martes, 5 de junio de 2007

DIGO YO / Lorena Illoldi

MISERIA Y VIOLENCIA: REALIDAD QUE AVASALLA…

La guerra, la violencia y la miseria son realidades que nos circundan. Algunas veces las tenemos demasiado cerca: el narcotráfico y la inseguridad son el pan nuestro de todos los días. Afortunadamente, la guerra es un jinete apocalíptico que ha mantenido sus pies lejos de esta nación y Dios quiera así se mantenga.

La miseria, sin embargo, no.

Los estragos que ella causa son realidades patentes y basta saber que el 40% de la población de este país vive por debajo de los límites de la pobreza, es decir, en la miseria, o el tan famoso término “pobreza extrema”. El 40% de 110 millones de habitantes es un número considerable.

La tristeza que estos datos pueden causar se agrandan cuando nos enteramos de lo mismo sucede en regiones apartadas del mundo. Es terrible enterarse de que el 50% de la población mundial infantil padece desnutrición y está muriendo lentamente. Que 100 millones de niños viven y sobreviven en la calle. Que un millón 200 mil menores son víctimas de la prostitución y maltrato. Que diariamente mueren dos niños en nuestro país víctimas de la violencia intrafamiliar.

La pregunta que hago es ¿qué hacemos para ayudar, aliviar, cooperar en la solución de esta realidad y lo que nos alcanza a impactar?

En este inicio de semana le invito a reflexionar acerca de lo que estamos haciendo o no, para contribuir a hacer del mundo en que vivimos un mejor lugar para vivir, tanto para nosotros como para los que nos rodean.

CAJÓN DE LO QUE NO DEBERÍA ESCRIBIR Y SIN EMBARGO ESCRIBO…

1.- LA FRASE: “La felicidad no tiene que ver con lo que queremos sino con disfrutar lo que tenemos” Anónimo.

2.- UN TROZO DE POESÍA: “La lavacuerpos.”

Debes empezar joven para poder acostumbrarte a trabajar con los muertos.

(Raid Hazme, 35 años, quien empezó a lavar cadáveres cuando tenía 10)

Canturreando los versos que se recitan cuando una hija pierde a su madre

o una madre a su hija,

Khalila Sharif lava ala joven maestra que murió en la explosión en la mezquita.

Después de lavar a las víctimas de la violencia durante tantos años,

Khalila dice que su corazón ya está muerto.

Competente y compasiva, prepara a la víctima más reciente,

o lo que quedó de ella después de la explosión.

Con la ayuda de la madre, abre la cobija que envuelve al cuerpo,

a sus pies caen las cuentas de un misbaha roto,

le quitan la abaya hecha jirones y el suéter de lana de colores brillantes

rocían el cuerpo con agua de alcanfor,

la espolvorean con jabón perfumado en polvo

le restriegan la sangre,

dejándola correr como riachuelo a la alcantarilla.

Khalila cubre las heridas con algodón,

envuelve el cuerpo en un sudario, una sábana de plástico,

un segundo sudario.

La madre le echa perfume al bulto fuertemente atado de su hija

y solloza

“Yo esperaba que tú me lavaras a mí. Mira lo que ha sucedido. ¿Quién me lavará ahora?”

Livia Soto.

3.- MISCELÁNEOS: El próximo lunes 11 de junio en el teatro Universitario se llevará a cabo un recital de Poesía en las voces de algunos de los mejores actores y actrices del estado. La obra a leer es “URBANO”, poemario que el joven poeta Alejandro Betancourt, que entrega a la comunidad su aguda visión de la calle Hidalgo y el primer cuadro de la ciudad, en retratos fuertes y desgarradores, crueles instantáneas de las calles que van del uno al quince de esta ciudad capital. La entrada, veinte pesitos, la hora, 8:00 p.m., y con gusto le esperamos en el recinto Universitario, toda vez que el vento es realizado e por el Grupo “EL ALEPH” en coordinación con la Unidad Académica Multidisciplinaria Lic. Francisco Hernández García.

Y ya sabe, eso digo yo…

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